Acabas de terminar tu libro o estás a un paso… y ¿ahora qué?
Vamos a dejar de lado cosas que podemos tocar en un tema aparte como son lectores 0 o beta readers, corrección ortotipográfica (servicios y precios), análisis de estructura y coherencia en la trama, hilos, personajes y diálogos, punto de vista (hablo de todos estos factores porque aunque la decisión ya estuviera tomada y hayas escrito tu obra como, pongamos, narrador omnisciente, ahora toca revisar si tu narrador es tan omnisciente o si has ido cambiando de punto de vista, algo muy común) o temas más administrativos como el ISBN, registro de autoría, maquetación o ilustración. Conste que cada uno de estos aspectos podría tener su propio capítulo aparte y que, si hay interés y me lo hacéis saber, podemos dedicarle algún post. Hacedme saber en los comentarios, a través de mi página de Facebook El epílogo Perdido o de twitter @BJSal3 y estaré encantado de investigar un poco más y publicar algo que pueda ayudar.
La entrada de hoy va de un tema interesante y que genera también un buen número de posts, vídeos de Youtube, comentarios y preguntas… ¿Cuál es la mejor forma de sacar mi novela a la luz?
Antes de empezar y aclarando, aquí, y en ningún lado, no vas a encontrar la respuesta definitiva y mágica porque no la hay. Muchos factores influyen en cómo sacar una novela adelante donde, colocaría por encima:
- Expectativas (si, las tuyas) en cuanto a tiempos y beneficios
- Objetivo prioritario (¿buscas darte a conocer y primas eso antes que el beneficio?)
- ¿Cuánto estás dispuesto a esperar para que tu novela, que ya está terminada, vea la luz?
Concursos, editoriales y autopublicación… de momento no hay más alternativas. Vamos a darle un pequeño repaso a cada una de ellas asumiendo que ya has revisado tu novela unas cuantas (de cuantas de muchas) veces, que la has corregido (o te la han corregido), que tienes tu portada (hecha por ti o por un profesional)… vamos, que tu libro está listo… o todo lo listo que puede estar para ser lanzado por primera vez.
Concursos
La lista de concursos de escritura que puedes encontrar a lo largo del año es tan extensa que si no has investigado te sorprenderá. Con premios que van desde un lote de libros gratis hasta los 120.000$ o más (el premio Planeta da medio millón de Euros y el Nóbel de literatura 600.000 €). Si quieres estar al tanto, chequea esto:
https://www.escritores.org/concursos/concursos-1/concursos-literarios
El detalle aquí que debe centrar tu atención casi tanto como la dotación económica en caso de ganar, son las condiciones que aceptas por el mero hecho de participar y, por supuesto, en caso de ganar porque ahí va a ser donde realmente tengas que valorar si merece la pena.
Obviamente, ante la posibilidad de ganar 50.000 € es bastante probable que digas “Si a todo” sin leerlo, cosa que no te recomiendo aunque lo aceptes, pero es que en la mayoría de los casos hablamos de premios con una dotación que ronda los 200 € hasta un máximo de 1000 € (hablo en media de concursos para novelas y relatos o poemarios) y en la mayoría de ellos estás cediendo absolutamente todos tus derechos (si ganas y en algunos casos si eres finalista). Esto implica que la obra deja de estar en tus manos para publicarla cómo y donde quieras (y por supuesto lucrarte de ella).
En muchos casos se solicita que sean obras que han sido creadas exclusivamente para el concurso lo que supone una cantidad de tiempo invertida elevada que debes valorar muy bien si te compensa. Porque indudablemente la contraprestación que te dará ganar o ser finalista de un gran premio a nivel de fama puede ser muy elevada y ya de por si un verdadero premio, pero es que muchos de estos concursos pertenecen a algún ayuntamiento de algún lugar perdido y, tu obra, en caso de ganar, será publicada para formar parte de la biblioteca local. Todo esto vendrá siempre en las bases así que antes de lanzarte como un loco por haber visto un premio interesante, evalúa si es lo que más te conviene.
Editoriales
Con tu libro acabado y cuando no sabemos nada del mundo que hay fuera, lo primero que vamos a pensar como escritores es “necesito una editorial”, que viene a ser como “que te fiche un equipo para su plantilla”. Este es el sueño al que aspiran la mayoría de escritores porque las ventajas de ir de la mano de una gran firma son elevadísimas:
- Su propio nombre vende libros (en ciencia-ficción, hablemos de “Nova” de “Gigamesh”, por ejemplo…).
- Todo el tema de la maquetación y publicación lo llevan ellos.
- Igual con la traducción (si aplica).
- Igual con la promoción (aunque aquí ya obviamente, no será lo mismo el tiempo, esfuerzo y recursos que invertirán en promocionar a un escritor novel que a uno consagrado que acaba de publicar su esperada novela “X”).
- Por supuesto corrección, edición y ayuda con lectores cero que van a poder ir comentando con antelación fallos en la trama o, mejor dicho, sugerencias que su abultada experiencia van a aportar a medida que escribes.
Una editorial te podrá hacer un contrato para un libro, para varios, para tenerte “en nómina” una vez te comprometes a “X” publicaciones al año… hay muchas opciones y muy variadas pero, antes de llegar a ese maravilloso momento en el que te hacen una oferta, vas a tener que trabajar para ello.
En base a tu género, tus gustos e intereses, lo recomendable es hacer una lista con las editoriales de prestigio que se dedican a dicho género. Poniendo un ejemplo concreto, vayamos a ciencia-ficción y fantasía.
Buscadores como éste te echan una mano (¡pero ojo, no te quedes aquí porque hay más, muchas más!):
https://www.letrasdeencuentro.es/
Y si elegimos la editorial Minotauro vemos:
Una vez más, no te quedes aquí. Ve a la página e investiga porque a veces no reciben el manuscrito y te piden un formulario donde resumes la obra y los capítulos (o algunos de ellos) y eso solo lo vas a ver en sus webs. Antes de mandar tu manuscrito como un loco, mira muy bien estas condiciones.
¿Cuál es el problema de esto?
El tiempo. Fundamentalmente. Puede que tu obra no tenga el nivel (o no lo tenga antes de una revisión profesional, una corrección y unos ajustes) en el momento en que envías el manuscrito o puede que si pero, en cualquier caso, vas a tener que esperar un plazo que va desde las semanas a los meses (muchos meses) para obtener una respuesta. Y hablamos de una respuesta que puede ser “gracias pero no, gracias” si es que en el caso de ser rechazado se toman la molestia de contestarte porque a no ser que seas como este usuario:
que ha escrito un interesante hilo en twitter sobre lo que hacen tanto él como su empresa en caso de no haber aceptado una solicitud, tienes muy pero que muy (perdón) jodido que alguien te escriba para decirte “Lo siento, vuelve a intentarlo”. Además, no te van a explicar qué falla, cuál es el problema, si has estado cerca, si no vale ni para empapelar vasos en una mudanza… nada. Y para eso has esperado seis meses con la incertidumbre de a donde está yendo tu novela. Entiendo que ante este panorama muchísima gente opine y escriba que no se puede vivir de ser escritor. Claro. Si este es el plan para poder pagar las facturas, lo tienes muy chungo.
Conste que yo no estoy en contra de las editoriales y que me encantaría en algún momento ver mis libros en Nova, Gigamesh o Minotauro. ¿A quién no? Pero creo, como ya he comentado en algún momento, que las reglas del juego han cambiado mucho y que las editoriales no están adaptándose al nuevo panorama porque claro, nadie quiere dejar la vaca lechera mientras siga dando leche.
Un contrato con una editorial, estándar, será del 10% (hablo de estándar, hay mil opciones, por supuesto) sobre las ventas, se encargarán de la maquetación (en algunos casos, no en todos, de la edición), posiblemente de la portada y de todos los gastos de impresión. Ellos deciden cómo y dónde se vende y, con suerte, te darán promoción. Hablamos, de nuevo, en general y ante escritores desconocidos. Va a estar en tu mano que la edición sea lo más perfecta que puedas para garantizar que no haya errores, vas a tener que decir si a la portada que pongan, si a la calidad del papel, tamaño, etc. etc. etc. y, en mi opinión, lo peor, la promoción va a seguir siendo casi trabajo tuyo. Y si eres uno de esos a los que les toca el euromillón y resulta que un americano loco se topa con tu libro en un viaje a Benidorm y dice “¡Joder!” (en realidad diría “Wow, shit!”) “esto es justo lo que quiero para mi próxima película”, entonces la mala noticia es que no verás, por lo general, ni un céntimo ya que tus derechos están cedidos. Si, tu nombre se beneficiará (o no, porque, sinceramente, ¿cuántos de vosotros leéis eso de “esta película está basada en la novela de pepito pérez” y luego leéis ese libro?) pero no queda claro hasta donde llega ese beneficio.
Lo que quiero decir es que depende de muchos factores tener la suerte de dar con una buena editorial con la que arrancar, y que uno de esos factores fundamentales es la suerte. Si quieres depender de la suerte, será como jugar a la lotería aún teniendo una obra maestra entre tus manos.
Autopublicación
No he dejado de lado las opciones que te ofrecen las editoriales sobre “pagar a medias” porque me parecen alternativas que quedan englobadas en estas dos, pero aclaro que existen (me refiero a la co-edición con gastos compartidos) y que, si te interesan, debes valorarlas ya que ponen ese sello en tu obra aunque los beneficios para ti sean mínimos (lo que no significa que no sean suficientes).
De aquí, nos vamos al lado opuesto. A ese “yo me encargo de todo” que es el mundo de las nuevas Amazon, Apple, Bubok, Kobo, Nook Press, Tagus… cada uno con sus cosas y ante todo, dominados por el gigante Amazon que va a desbancarles por norma general.
Para otra entrada dejo un análisis profundo de cómo se publica en Amazon, qué ofrece, en qué se diferencia del resto, pero aquí vamos a escogerlo como adalid del equipo contrario a las editoriales.
¿Qué ofrece Amazon? Unas regalías que van del 30 al 70% en función del precio (si el precio del libro va de 2.99 a 9.99 podrás acogerte al 70%), te va a poner las opciones para imprimir y sacar tu obra del mundo ebook, pero dentro de ese mismo mundo ebook ofrece planes con otras regalías (por páginas leídas en su servicio de menú libre Kindle Unlimited). Tú editas, tú corriges, tú haces la portada, tú maquetas, tú promocionas, tú pones el precio… Y en ese tú, una vez más, puedes siempre elegir ayuda profesional. ¿Es mejor? No puedo responderte.
Pero a lo que si puedo responderte es a que no es peor como mucha gente cree y como cientos de comentarios sugieren con ese terror infundado de “Una vez autopublicas tu novela pasa a la lista negra donde nunca jamás volverá a ser publicada por una editorial y una editorial jamás volverá a considerarte porque claro, has ido por tu cuenta y bla bla bla”. Esto no es verdad. Directamente. Esto es un miedo que se basa seguramente, como todos los miedos, en algo de verdad, pero a lo que se le ha dado mucho la vuelta para intentar que no te salgas del camino de las editoriales si tu objetivo es convertirte en un escritor profesional. A la gente que defiende esto, no le vale que le hables del fenómenos “50 sombras de Gray” porque claro, eso es un error en Mátrix, una excepción. Un autor que autopublicó y que lo petó. Un billete de lotería premiado. Pero es que ese tipo, un día tuvo la misma problemática y si hubiera hecho caso a todo esto jamás se habría lanzado a autopublicar y ahora estaría quizás esperando a que una editorial le respondiese “Esta novela no vale para nada”. ¿Lleva ya dos películas?
No quiero generar confusión: efectivamente no podemos escoger los modelos de éxito para darnos impulso en un mundo difícil (¿qué industria no lo es?) pero tampoco podemos autolimitarnos con “la realidad es negra, olvídate, hay que pagar facturas”. Ni calvo ni tres pelucas, que se dice. Ir por el camino de la autopublicación requiere de otra serie de esfuerzos y de planes estratégicos para hacer que tu novela triunfe, ni mejores ni peores. Porque si “triunfa”, es decir, que la lee gente, vas a tener oportunidad de publicar esa novela o novelas futuras en una editorial. Todo dependerá de lo más importante: tu libro. En eso tienes que centrarte.
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¡Gracias por leerme compañero!
B.J. Sal
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